Un viaje a mi nostalgia

Camino por la acera de mi barrio. Veo los comercios, con sus puestos en la calle, vendiendo toda clase de chunches coloridos, utiles e inútiles. Fruta, calzado, juguetes, comida. Veo caras conocidas que me ven con una mezcla de alegria e incredulidad. Hace mucho calor, y muchisimo sol. Las calles lucen casi desiertas, nadie se aventura libremente al inclemente calor del verano sonorense. 

El pueblo ha cambiado, no es como era antes, los bebés ya son adolescentes y no me reconocen, nuevas tiendas y dependientes han sustituído a los changarros de entonces. Y sigo caminando por esa acera que tantas veces me llevó de niña, esa acera donde probé mis primeros patines, donde aprendí a andar en bici y donde pasaban los galanes con su música a todo volumen echado miradas matadoras.
Esa acera donde se conglomeraban los sabores conocidos, las personas...antes parecia tan larga y hoy es tan corta. 

Me paro en el local de mi tía y le digo: un refresco,  por favor. Un momento,  me dice, no me ha reconocido la voz. Va por el al refrigerador, se voltea para entregarmelo en mano y entonces me mira. ¡Pedazo!?? ... Exclama en una una mezcla de sorpresa e incredulidad. Me abraza con lágrimas en los ojos, en un abrazo cariñoso, urgente,  que huele a pan. Repuesta de la sorpresa inicial me dice "tu mamá está arriba."

Subo la escalera despacio, para no hacer ruido, gozándome de antemano del impacto que le voy a dar, paso por la terraza donde muchas veces me senté a jugar con mis hermanos y donde recibía  a mis visitas, donde las petunias solían colgar hasta el suelo.

La puerta esta abierta...paso despacito y en el recibidor empiezo a cantar primero muy quedito y después a todo pulmón en un crescendo majestuoso:

"ESTA CASA LA COMPRO SIN FORTUNA,
 ESTA CASA LA COMPRO CON AMOR,
PA`QUE JUEGUEN MIS HIJOS, CON LA LUNA
 PA QUE JUEGUEN MIS HIJOS CON EL SOL
YO LES QUIERO DEJAR LO QUE NO TUVE
YO LOS QUIERO MIRAR POCO A POCO CRECER Y ALCANZAR UNA NUBE.
YO QUISIERA QUE DIOS, QUE DIOS, LOS ARRULLARA
Y UN MAÑANA DISTINTO Y UN DISTINTO MAÑANA
TAMBIEN QUE DIOS LES REGALARA"
DUÉRMETE MI NIÑO, DUERMETE MI AMOR....

Mi madre sale a verme desde la primera estrofa y al grito de "Pa´que jueguen... se une a mi canto, me abraza con làgrimas en los ojos, me mira como quien ve un milagro.

He perdido la cuenta de cuantas veces ya me ha besado. En eso mis niños entran a la sala y gritan fuerte
¡ Abuela,  ya llegamos! Tengo hambre! Mi esposo me sacude el hombro. Me he quedado dormida, estamos volando de vacaciones a España y nuestro avión está por aterrizar.
Nadie se imagina dónde acabo de estar hace un momento, a más de dieciocho mil kilómetros.

En el centro de mis nostalgias.

Un abrazo cargado de amor fortalecido por un viaje a la nostalgia...


Paloma