Notarán, queridos lectores y lectoras, que desde hace unos meses este blog está muy calladito....Dónde anda la Paloma? a dónde ha volado, se preguntará uno que otro...
Lo que pasa es que a mi familia llegó la revolución....y es de color VERDE!...verde de vida!...Todo empezó el año pasado con unas cuantas calabacitas y tomates plantados en maceta y unos ejotes lilas.....Las flores se volvieron verduras....
Don Jorgito me dijo, de un día a otro, " Que crees? Me gustaría volverme apicultor" ...Imagínense a un banquero que todos los días se ocupa de hipotecas, financiamientos, acciones, bonos, tipos de cambio, que todos los día tiene que portar traje y corbata y que de un día a otro se quiere volver pescador y tirar redes al mar...
Pues asi más o menos fue mi sorpresa cuando él me lo dijo. Pero la idea de tener miel, cera y propóleo me entusiasmó muchísimo y decidí apoyarlo y echarle porras. Tomó un curso en la Asociación local y a partir de esta primavera tenemos abejitas...He aprendido a respetar y a honrar a este maravilloso insecto...Son simplemente fascinantes.
Por otro lado, cuando has cosechado algo que tú mismo sembraste y cultivaste...el impacto resulta fatal...ya no hay marcha atrás... simplemente te vuelves adicto ...adicto a mirar cada mañana los semilleros para ver que ha germinado, al ruido de las semillas en la bolsita, adicto sobre todo al sabor de los vegetales sin pesticidas, sin abonos químicos...y quieres más...mucho más en variedad y cantidadas.. diez macetas no fueron suficientes y este año convencimos a mis suegros de que se asociaran con nosotros para entrarle de lleno a la permacultura, que aquí en Alemania está teniendo también un auge importante, después de tantos escándalos en la industria alimentaria.
Pues bien, yo me dediqué en la primavera a sembrar las semillitas y a cuidar de las plantitas hasta que estuvieran lo suficientemente fuertes para plantarse afuera...mis suegros de regar, abonar y estar al pendiente de las nenitas . Cada visita a con mis suegros iba con el obligado paseo al huerto.
Una premisa muy importante para nosotros es cultivar de manera orgánica, sin insecticidas, sin pesticidas ni químicos, y con medios sencillos, reciclando materiales y haciendo rendir las cosas. Tal como lo harian nuestros bisabuelos.
Yo crecí en un medio rural. Mi abuela tuvo una huerta, pero desgraciadamente lo dejamos al no poder ocuparnos de ella. Siempre viví rodeada de agricultores, pero nunca fuí consciente del milagro que encierra la naturaleza, ni de la tarea tan noble que es cultivar y recibir el fruto de la tierra.
Es un hobby que ahora compartimos en familia, con mi esposo, los niños y mis suegros. Nos ha unido más, trabajamos para un objetivo común.
La adicción no tiene fin...para el próximo año esta proyectada la compra de un invernadero grande...para mis chiles y las sandías que quiere mi hija.
Como leí por ahí...."quien planta un jardín abre una ventana al futuro"...cuando pongo las semillitas me imagino disfrutando de sus frutos....Ahora resulta que don Jorgito sueña con gallinas ponedoras !
Vale la pena el esfuerzo cuando veo a mis hijos felices desenterrando papas, -me recuerda a las veces que desenterré camotes con mi abuela-, la cara de sorpresa cuando jalan una zanahoria -no saben de que tamaño será ni que forma tendrá, es en cierta forma como un huevito sorpresa- mi hija que pasa junto a los tomates cherry y se echa de rapidito uno a la boca, asi como las bayas y zarzamoras que aquí se dan muy bien...
Gracias a la madre Naturaleza y al buen Dios que nos provee, tuvimos una cosecha abundante y variada....
Mañana habrá salpicón, con verduras orgánicas de mi jardín...gustan?
Un saludo verde....
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