"Qué es lo que me aprieta el pecho? Mi alma que quiere salir al infinito o el alma del mundo que quiere entrar a mi corazón ? " Rabindranath Tagore
De hace algunos años para acá, se han incrementado de manera sustancial las enfermedades mentales y psicológicas en sectores generales de la población. Antes solia pensarse que la depresión era una enfermedad de moda que sufrían los artistas afectados por la continua observación del público.
Hoy en día el círculo se esta cerrando, la mayoría conoce a personas afectadas por este diagnóstico, aún incluso en el seno familiar.
Veamos la historia de Melissa. Nacida bajo el signo de virgo, tiene una hijita de tres años, quien ha sido criada por la abuela desde que nació. A Melissa nunca le gustó mucho la escuela y apenas estaba por terminar su preparatoria cuando quedó embarazada. Nunca pensó que esa noche de copas y esa "única vez sin condón" fuera a tener premio y de ahí germinaría la semilla para que Lena, su hija llegara al mundo y convertiera a la madre de Melissa en una joven abuela de 39 años.
Quién es el padre de la criatura es el secreto mejor guardado de Melissa. Nunca quiso confesarlo, ni siquiera para tramitar una pensión alimenticia para la niña. Después de nacer Lena, la chica buscó empleo en una cadena de supermercados, donde se desempeñaba como cajera, hasta inicios del año pasado, cuando sufrió una crisis nerviosa y fué a parar al hospital psiquiátrico de su ciudad.
De eso ya hace más de un año y a pesar de estar bajo terapia y tomar fuertes medicamentos, no se ve mucho progreso. Su familia está consternada y especialmente su madre, no sabe cómo ayudarla. Revive una y mil veces, dónde pudo estar el error, qué no le dio, qué le dio de más, dónde se pudo haber herido su alma y no encuentra respuestas.
Aparentemente todo estaba bien, hasta que el vaso se desbordó... Melissa tiene apenas veintiún años y toda una vida por delante.
Ana María es una mujer de mediana edad. Ella siempre decía que se había casado con el hombre equivocado y muy probablemente así fué. Sufrió muchos abusos, maltratos y vejaciones por el compañero que escogió para vivir. Ella lo perdonaba una y otra vez. No quería ser una madre soltera ni cargar el peso social ni económico de quedarse sola con sus hijos, por ello soportó muchas cosas que no deben soportarse. El marido no era mala persona y de verdad la quería, pero era muy posesivo y tenía problemas con el alcohol, cuando tomaba se tornaba muy violento y abusivo.
Ella se refugiaba en su profesión y en los niños.
Un día les llegó el agua al cuello y decidieron tomar terapia, el esposo dejó el vicio y ella trató por su bien y el de sus hijos de perdonarlo por todos esos años de terror y de abusos.
Y así, decidieron seguir juntos. En ese proceso habían pasado muchos años así, los niños ya eran adultos, ellos ya abuelos y ella aparentemente había superado los problemas del pasado. No había grandes demostraciones de afecto, pero tampoco los pleitos de antaño, la relación se había tornado gris pero bastante cómoda.
Hasta que un día, ella no tuvo la fuerza para levantarse de la cama. Se sentía agotada, cansada, sin fuerzas para enfrentar los problemas de siempre, los pacientes, los clientes, los alumnos, las exigencias de su marido -que en realidad eran ya menos que las de siempre-, no, simplemente no podía. Empezó a enfermarse de mil cosas, algunas reales y otras inventadas y desde hace dos años está bajo tratamiento médico. Entra y sale de los hospitales y al parecer no hay terapia que le ayude. Se invirtieron los papeles, su marido no sabe qué hacer con ella, y sus hijos estan todos muy ocupados viviendo su propia vida, pagando sus cuentas y tampoco saben qué hacer, no saben si tomar en serio la situación o si es algo pasajero..."Si tan solo supiéramos que es lo que le pasa" dice el esposo....
La depresión no es un pecado y no conoce condición social, ni edad, ni sexo. Las mujeres somos más propensas, sufrimos cuatro veces más de depresión que los hombres. Es normal sentirse triste de cuando en cuanto, todos hemos tenido momentos malos, lo que no es normal es que ese momento se convierta en un estado permanente. Esa sensación de desesperanza total, que no hay salida, ni que puede haber nada positivo es en sí lo que aniquila. Es un síntoma y una llamada de atención, de que el alma se ha enfermado. A veces el problema es solo damos vuelta a la página sin haber sanado las heridas. Y esas heridas se hacen más profundas, tapadas con capas de papel y grueso maquillaje, se hacen purulentas y nauseabundas y enferman el alma y con ella la psique. Las emociones no externadas, en particular la tristeza, el duelo no vivido, al que no le permitimos aflorar es la que al paso del tiempo termina por enfermar el alma.
La sanación siempre es posible. Mira en tu interior, el trabajo no es sencillo, para limpiar la herida hay que sacar el proyectil que se anidó en ella y desinfectar la herida. Y eso requiere mano firme, y mucho tacto. Si no puedes solo (a), no dudes en pedir ayuda profesional. Consulta a un especialista...tu alma y tu salud no se las confíes a cualquiera. Busca ya sea al médico de cabecera o al médico del alma, sea quien este sea para tí. Hay salidas y manos amigas, manos hermanas que te ayudarán a salir adelante. Entre ellas las primeras que tienes a la vista: las tuyas, esas tendrán que dar el primer paso.
"Cuando todas las puertas están cerradas y no tienes lugar alguno a dónde ir, es cuando vas hacia tu interior. La crisis es una oportunidad y tú eres el comienzo."
Te mando un abrazo enorme y si estas atravesando por algún momento difícil, si hay dolor en tu corazón, déjalo fluír, vive tu duelo hasta donde lo necesites y después déjalo ir. Desde aquí te envío mucho amor y energía de sanación.
Abrazos
Paloma
Querida paloma como todo el tirmpo me encantan hus escitos.
ResponderBorrarse de algunas personae que se enferman del alma yo digo enfermos de actitudes y cuando no hay aceptacion de las situaciones es ahi donde empieza el problema.
un abrazo
maaria
Muy interesante.... muchas gracias por compartirlo...
ResponderBorrarSaludos e igualmente mis mejores deseos !!!
Anahi M
Estoy pasando malos momentos he perdido a mi madre y a mi mejor amiga mi mascota labradora ahora me enfermo y los medicos no saben que tengo ayuda por favor.
ResponderBorrarPaloma: Querida anonima, el cuerpo refleja siempre las dolencias del alma...Escribeme con mayor detalle al nido_paloma@yahoo.com...tal vez pueda darte una orientación o canalizarte a la instancia adecuada...Siempre hay una solución y no estas sola....un abrazo Paloma Márquez...
ResponderBorrarHOLA LEI RU ESCRITO Y ME GUSTO ME GUSTARIA SEGUIR RECIBIENDO PARA PODER APRENDER A LIBERAR MI ALMA
ResponderBorrarGRACIAS
yo estoy pasando por una situación parecida, tengo casi todo para considerarme una persona con suerte pero sin embargo me siento muy triste, nuca he sentido que es la felicidad. trabajo, como, socializo y hasta sonrio pero en medio de todo ello siento un vacio y una profunda tristeza.
ResponderBorrarSimplemente gracias
ResponderBorrar