domingo, 28 de abril de 2013

Claroscuro germano II "Las Sombras"



Como rezan algunas filosofías orientales como la del taoísmo, la vida es una dualidad y para mantener el equilibrio sagrado debe existir la contraparte y hoy les hablaré de las sombras que  desde mi ventana  tiene la Germania:


Relaciones sociales

 Llegué a este país hace casi diez años y recuerdo que una de mis primeras impresiones indelebles  la hizo el silencio aplastante y casi sobrecogedor que reinaba en el metro. Comparado con el camioncito de mi pueblo, lleno de color, decorado con estampitas de la Virgen de Guadalupe, amenizado por la cumbia de moda, sin timbre, por lo cual cada cinco minutos el pasajero en turno gritaba "Bajan" para poder detener el vehículo y llegar a su destino, se tejian pláticas intensas con el vecino de al lado, al que probablemente no conocías, pero al ir platicando se hacía más corto el trayecto. Aquí había un tren lleno de personas, que estaban ahí sin estarlo: leían un libro, escuchaban sus audífonos y ahora desde hace unos años, checan su Smartphone, ignorando completamente la vida que fluye, y concretamente a su vecino de al lado. Los alemanes suelen ser muy reservados y muy celosos de su privacidad. Establecer una amistad o contacto puede llevar mucho, mucho, muchísimo tiempo. Primero quieren ver " qué es lo que quieres tú de mi" y si pueden confiar en la persona antes de iniciar cualquier suerte de relación. Los colegas no suelen tutearse y se puede trabajar décadas en la misma firma sin que haya una relación de amistad con los compañeros de trabajo, se protege el entorno familiar y es poco común que de pronto al conocer a un alemán te vaya a invitar a su casa. Sí que lo hará, -son muy buenos anfitriones y pueden ser excelente amigos, confiables y leales- pero eso llevará un buuuuen tiempo. 
Una de las cosas que menos me place de esta sociedad es la desconexión que se da entre las generaciones. Mientras que en México es común que en una fiesta de quince años se encuentren bailando tres generaciones: la quinceañera y sus amigos, la abuelita de la nena, la primita de cinco años, y todos participan del evento, porque los mexicanos vamos en familia a las fiestas. Los ancianos participan activamente en la vida social y familiar, asi como los niños -a menos que la invitación especifique lo contrario.
En Alemania ser anciano es otro boleto. Generalmente viven fuera del entorno familiar, y no es que estén aislados, tienen sus Clubes de "Senioren" en los cuales hacen muchas actividades: salen al teatro, juegan te canasta, van a la ópera, bailan y un monton de actividades que no dudo que sean interesantes y divertidas y se lo pasan bien. Sus hijos los visitan en la residencia o asilo de ancianos de vez en cuando o seguido, según sus actividades. 
Pero no hay mucha conexión entre las generaciones. Si los niños no tienen a sus abuelos, pues tienen muy poca aportunidad de relacionarse con adultos mayores, y viceversa, lo que hace a la larga que tanto unos como los otros se pierdan la paciencia y hasta lleguen a rechazarse, porque no saben como relacionarse entre ellos, lo cual me parece una tristeza y una carencia terrible a la hora de desarrollar habilidades de competencia social. 


Una lengua despiadada
Ohhh " Die deutsche Ehrlichkeit" ...Una de las quejas que escucho con mayor frecuencia de inmigrantes latinos es el que se sienten ofendidos por sus prójimos alemanes por su manera tan directa de abordar las cosas. Nosotros los latinos estamos acostumbrados al tono amable, sencillo, servicial, al diminutivo "Me da un cafecito, por favorcito", "Con permisito", " Chaíto", a no decir claramente "no, gracias" sino "No sé, tal vez mañana".

No es que pretendan ofenderte,  de verdad no es así. Pero un alemán puede decirte perfectamente al recibir de obsequio un carísimo tequila que te costó un ojo de la cara: " Gracias por el regalo, pero no acostumbro mucho el alcohol, asi que se lo regalaré a alguno mis colegas de la oficina, a ver quien lo quiere..."...Plop!

Llegamos a este país y nos tomamos primero con un lenguaje que tiene fonemas muy fuertes, que en vez de musitar suavemente "perdón" dice "Entschuldigung!" y segundo,  con interlocutores alemanes quienes están acostumbrados a decir lo que piensan con franqueza, así como va, sin amortiguadores y sin anestesia, pues en este panorama el shock y el retortijón de estómago que produce el coraje son mayúsculos y al final pensamos :  "Tal vez tenga razón, pero NO me gustó COMO  me lo dijo! Razón es una palabra importante, pues de ahí viene el siguiente punto.

Sin embargo, al tiempo se aprende a ver lo poositivo de esta franqueza tan descarada y la ventaja es que uno mismo puede ser exactamente igual de franco y nadie se ofende por ello. Así que volviendo a la botella, es perfectamente aceptable decir: "No, es un tequila muy fino para regalarse en la oficina, asi que  si quieres mejor me lo llevo  y tu recibirás entonces un vale de regalo de tu tienda favorita"...Y todos felices y contentos...

Tener razón, placer de dioses 

No por nada la lengua alemana tiene dignos representantes de su belleza y retórica: Goethe, Schiller, Herman Hesse, Günter Grass, Thomas Mann por sólo mencionar a los clásicos. Discutir es una actividad casi deportiva, se discute a veces sin ninguna utilidad, sólo por el placer de tener la razón. 
Y cómo les gusta tener razón! Alemania siempre quiere tener la razón y llevar la voz cantante. En muchas disciplinas probablemente así lo sea, son una nación que tiene mucha participación  en investigación, desarrollo de tecnología, algunas industrias como la automotriz y la farmacéutica son líderes a nivel mundial. Saben que son un pueblo capaz y competente, por ello a veces suelen creer que ellos son los únicos que saben la mejor manera de hacer las cosas, así que cuando  un extranjero -especialmente proveniente del tercer mundo- le enseña a un alemán algún proceso o procedimiento, mejor hecho y con menor gasto de recursos, les cuesta muchísimo trabajo aprender y aceptar que hay una mejor forma de hacer las cosas que no es la suya. 

Individualismo
Èste es uno de los frutos de la vida moderna que nos hace trabajar cincuenta horas a la semana y tener todo y aparentemente no necesitar de nadie. La sociedad alemana, como en muchos países del primer mundo, ha caído en el vicio del individualismo. Cada persona tiene su programa de citas, sus objetivos, sus metas, sus ideas, y pocos tendrán la flexibilidad de modificar algo de lo propio para el beneficio común.
Finalmente, no necesito de los demás en el sentido estricto y no tengo por que hacerlo. Esto se ve por ejemplo, a la hora de ponerse de acuerdo para algún festejo, que resulte prácticamente imposible hacer una cita porque nadie está dispuesto a hacer una excepción en el programa y dejar de ir por una vez al sauna, a la clase de español, al peluquero, etc,  para que tenga lugar el barbecue de la oficina.

Ha habido casos de personas privadas que han demandado judicialmente para que cambien de domicilio un Kindergarden o escuela, a pesar de ser importante para la comunidad, simplemente porque los niños hacen mucho ruido o la cercanía de equis institución social decrementa el valor de sus propiedad. (Casos extremos, pero desgraciadamente cada vez más frecuentes).

Falta de espontaneidad

Al llegar a este país, a las pocas semanas me dí cuenta que un objeto muy importante que no debe faltar en la bolsa de mano es una agenda. Para un latino, acostumbrado a ir a tomar café con sus amigos a la hora que se le antoje, con gente entrando y saliendo de su casa sin ningún horario preeestablecido, esto puede ser terrible. Te llama alguien para invitarte a alguna fiesta y descubres con horror que te tienes que comprar ya en agosto  la agenda del próximo año,  porque te invita a su boda casi con un año de anticipación. La amiga alemana te invita al cine a la función que va a haber en 4 semanas, tu marido abre la guía televisiva para seleccionar la película o serie que verá en dos semanas, y tus hijos ya tienen antes de las vacaciones de semana santa el verano ya totalmente planeado.
Es difícil quedar con alguien de manera espontánea, porque literalmente, no tiene tiempo! Es la excusa que se dice más a menudo, y al principio yo creía que era una especie de descortesía, hasta que me pasó lo mismo.
Los chicos suelen citarse con los amiguitos- "Verabredung" se llama en alemán y funciona también en base al calendario. Esto lo detesto y en la medida de lo posible, mis hijos se citan espontáneamente con sus amiguitos o vecinitos...es que son niños carajo! Es su derecho!

Sólo hay una ocasión en la que los alemanes hacen algo de manera espontánea: En verano, cuando brilla el sol en todo lo alto, las flores perfuman el ambiente y los días lánguidos y largos invitan a pasarlo bien y dado que el clima es impredecible, pues hay que disfrutarlo en el momento, así que por esa ocasión única  se olvidan del protocolo y llaman al mejor amigo, al vecino o a quien esté disponible para sentarse al sol y tomarse un café o disfrutar de una cervecita y su correspondiente salchichota Bratwurst y reir, bromear, cantar, chacotear  y en resumidas cuentas a VIVIR  HOY que puede ser que manana haya lluvia y granizo..hoy hace un buen día...para VIVIR.

Espero que mis lectores alemanes no se sientan muy ofendidos por mi exceso de franqueza (Creo que en este punto no estoy tan alemanizada como creí)  ...  Si quieren,  lo discutimos :)

No se crean, tómenlo por el lado amable.....

Abrazos....

Paloma



5 comentarios:

  1. a favor en todo. nombre describiste a mis politicos ala perfeccion.

    Areli

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  2. Muy bueno, y es verdad!! a mi todavia me pasa!! !ay de mi no traigo la agenda!

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  3. Cuando publicas tu siguiente entrega? digo, para anotarlo en mi agenda......Te felicito por la sensillez y sensibilidad para describir un tema a veces dificil.

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  4. Queridos lectores, si desean recibir las actualizaciones de manera automática directamente a su cuenta de correo, pueden suscribirse en el boton de la izquierda que dice "sigueme por email"

    Saludos!

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  5. pues será una excepción pero mi novio alemán es un caos, nunca planeamos nada, creo que -con todo respeto- no deberias encasillar de la forma tan cuadrada en que lo haces....

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