Hace algunos días me llegó a mi correo electrónico una publicidad de un médico cirujano plástico de mi ciudad natal en México. "Haciendo a la gente bonita" rezaba el encabezado. Lo abro y me encuentro las más variadas ofertas en cirugía estética: corrección de nariz, lipoescultura, levantamiento de glúteo, seno y todo lo que haya bajado de posición por el paso de los años; implante de grasa en pantorillas, cirugía de párpados y para los que le tengan respeto al bisturí, pues inyecciones de colágeno y botox para alisar cualquier fisura en los tejido.
Y todo ello con precios competitivos, con facilidades para pagar a 12 meses sin intereses o por sistema de "tandas" o "cundinas".
Vivimos en una sociedad que se preocupa muchisimo por la imagen, pero que poco se preocupa por su cuerpo. Si nos preocupara el estado real del cuerpo físico, entonces nos preocuparíamos por ver la calidad de nuestros alimentos, lo ejercitariamos y creo que lo último sería torturarlo con cortes, costuras y sesgos, introducirle sustancias que pueden ser un veneno mortal como recientemente los implantes de seno.
Hay una carrera loca, para no dejar que la evolución natural del tiempo se manifieste en nuestro cuerpo. Miremos a las figuras del jet-set: las mujeres lucen con 60 años senos de quinceañeras, dientes artificialmente blanqueados, boca hinchada y prominente por el colágeno y pómulos de ardilla. Mujeres y hombres que naturalmente son hermosos y que echan a perder su belleza quedando como figuras huecas, sin alma, sin arrugas, sin manchas y de trasero perfecto.
En aras de lucir el modelo que la televisión y la sociedad encuentra perfecto y sin mancha, jóvenes desarrollan desórdenes alimentarios como bulimia y anorexia, en el afán de encontrar una imagen en el espejo que satisfaga a su psique.
Nuestro cuerpo hace tanto por nosotros, empecemos desde los pies: nos llevan caminando al encuentro de nuestros seres amados, las manos son capaces de tocar la sinfonía mas bella, pintar el cuadro más colorido hornear un pastel de chocolate para dos chiquillos golosos, acariciar, escribir, y sentir y hacer sentir un sinfin de cosas con una caricia o un roce. Poseemos un par de ojos que son el espejo del alma, que nos permiten ver la belleza de la naturaleza, una aurora boreal, un amanecer en la montaña, la sonrisa de nuestros hijos y las necesidades del mundo.
Nuestro cuerpo es una máquina perfecta y eficiente, en un cuadradito de 5 x 5 cm. de piel podemos tener: 19 millones de
células, 90 glándulas sebáceas (que estimulan el crecimiento del vello),
5,80 m de vasos sanguíneos, 625 glándulas sudoríparas (las que producen
el sudor), y 19.000 células sensoriales.El cerebro humano puede almacenar la información de 1.000 enciclopedias
de 20 tomos cada una. Sin embargo, si la enciclopedia está
desorganizada, el cerebro puede tardar mucho tiempo para encontrar el dato que necesita. Me pasa a menudo...;)
El corazón bombea sangre entre 6 y 40 litros de sangre por minuto, según el grado de actividad, el ácido del estomago es capaz de disolver una hoja de afeitar; la longitud total de todos los vasos sanguíneos del cuerpo humano es de
unos 97.000 kilómetros. Esto es más del doble de la circunferencia
terrestre por el ecuador.
Sin embargo el cuerpo no es sólo una máquina de músculos, venas y piel, es además el hogar donde habita el alma, es la casa donde vive nuestra escencia. Hay una relación muy estrecha entre el cuerpo y y la psique y la medicina tradicional lo señala, se dice que muchas enfermedades tienen su origen en las emociones. Hay un libro excelente de Luise Hay "Sana tu cuerpo" que nos enseña que a cada enfermedad física hay una causa psiquica que lo está originando. Tiene sentido si consideramos que la máquina perfecta tiene capacidad para curarse a sí misma y de repente, por alguna cosa ésta se ve interrumpida. El libro lo pone Misticos a disposición en el siguiente link.
El cuerpo es nuestro vehículo y ha hecho tanto por nosotros. Para las que tenemos hijos, ha creado un nuevo ser, desarrollado la semilla y llevado el fruto hasta el punto que puede existir de manera independiente. Es una maravilla y un milagro.Reconozcamos lo perfecto que es, aceptándolo como es. Alto, bajo, gordo flaco, ojos claros, oscuros, boca grande, delgada o carnosa, tu cuerpo es una máquina PERFECTA así como es. Quien dijo que tiene que medir 90-60-90, que no debe sobrepasar la talla cero, que la piel debe ser blanca e inmaculada? Pamplinas! Yo soy como soy y soy perfecto así.
Para quienes estén al inicio de la edad madura, encontrará como yo, que la piel esta cambiando, que los senos ya no estan tan firmes, que aparecen las primeras canas, que la grasita se acumula en lugares nuevos...es lo normal y el resultado de un proceso natural...estamos envejeciendo. Envejecemos desde el primer día que nacemos. Miren a la naturaleza, los animales y las plantas tambien tienen su ciclo....y no somos la excepción. En la tradición se respetaba y honraba a los ancianos y ellos llevaban con dignidad sus canas. Hoy nadie quiere tener canas y mucho menos ser anciano....Admiro a esos hombres y mujeres quienes envejecen con dignidad y no se dejan llevar por el carrusel de la belleza artificial. Admiro a quienes rien y lloran sin miedo a las arrugas.
Dado que nuestro cuerpo es la casita donde vivimos, es necesario cuidarlo, amarlo, darle mantenimiento, démosle la mejor alimentación que podamos - estoy convencida que somos lo que comemos-, ejercitémoslo, amémoslo y honrémoslo. Démosle lo que necesita para florecer y no dejes de escucharlo cuando te quiere decir algo, -las enfermedades por lo regular se anuncian tiempo antes, pero muchas veces no le hacemos caso a las señales que el cuerpo nos envía-. Vivir con plenitud, y pensar positivamente es una de las mejores estrategias para llegar tener una vejez plena y que el cuerpo se mantenga vital.
Un abrazo de cuerpo a cuerpo con mucho Amor,
Paloma
Foto SXCH - Alex Bramwell